AUDITORÍA CONTABLE

Aunque hay muchos tipos de auditoría, la expresión se utiliza generalmente para designar a la auditoría externa de estados financieros que es la realizada por un experto en contabilidad, en los libros y registros contables de una entidad para opinar sobre la razonabilidad de la información contenida en ellos y sobre el cumplimiento de las normas contables.

Es creencia bastante extendida que en la empresa auditada no se pueden dar irregularidades y eso no es cierto, de ahí haber comenzado por la definición en la que hemos subrayado los términos "razonabilidad" y "cumplimiento de las normas contables" porque se trata precisamente de eso. Se trata de que en una auditoría, personal externo a la entidad auditada, con conocimientos contables, examine los asientos que le presenta la entidad cotejándolos con los documentos contables y procurando la asignación y orden de los importes en las cuentas adecuadas de acuerdo con el Plan contable y la legislación vigente. De modo que los saldos que presentan las cuentas de la entidad estén razonablemente bien.

Sin embargo, no entra en la conveniencia de este o aquel gasto, ni tampoco si la gestión es más o menos ética. Por ejemplo, el auditor puede ver que una persona pasa una factura de gastos de representación envidiosamente alta, sin embargo, los propietarios o los accionistas o los gestores de la entidad están de acuerdo, por lo tanto es absolutamente legal desde el punto de vista contable independientemente de que el auditor que realice el trabajo piense que alguien se está pasando un poco. Por eso, las auditorias suelen añadir en un momento dado del certificado que extienden una muletilla de este tipo "emitimos nuestro informe acerca de las cuentas anuales de………, ejercicio 19..., formuladas con los principios y normas contables generalmente aceptados en la normativa española vigente, expresando una opinión favorable o con esta u otra recomendación".

Como ya hemos dicho, las auditorías no comienzan a realizarse en Aspaym hasta el 2002 cuando un sector de socios manifiesta dudas porque al gimnasio de "El Cristo", propiedad de la familia de Carmen Alonso, se están desviando tratamientos subvencionados de los asociados. Como ya hemos explicado, Carmen Alonso toma entonces la decisión de contratar la auditoría externa de las cuentas de la asociación para dar la imagen de que no hay irregularidades de ningún tipo. No obstante lo anterior vamos a poner un ejemplo de cómo se puede organizar un acto de ingeniería financiera no detectable por la auditoría.

Hemos hablado varias veces de que Enrique Fernández Garrido está en todos los lados pero no cobra de ninguno. Pareca que trabaja gratis o que no trabaja y es un buen amigo que pasa para echarnos una mano. Debemos tener en cuenta que para poder hacer esto hay que estar en todos los órganos rectores o simplemente estar 'compinchados', palabra en desuso que viene bien al caso. En esta ocasión, el "grupo Gijón" está presente en todas las juntas rectoras y, por lo tanto, solo se ha de poner de acuerdo y luego plasmarlo en un papel.

Vamos con el ejemplo, en un momento dado, Javier Rubio, ejerciendo de Vicepresidente de la Fundación informa sobre "la necesidad de agilizar la gestión de la Fundación y también de la asociación que demanda apoyo en la gestión asociativa, proponiendo al Patronato la firma de un contrato de arrendamiento de servicios profesionales a través de una asesoría por una cantidad mensual de 1700 euros (por ejemplo, permitiendo con ello contar con los servicios de D. Enrique Fernandez Garrido. El pago se podrá hacer frente por aportaciones de ASPAYM que demanda los servicios".

Acto seguido, el resto de los Patronos acepta y solo queda redactar el documento correspondiente. Los auditores en Aspaym detectarán algo tan limpio y legal como los pagos por servicios prestados a la asesoría directamente o a la Fundación según los casos y asunto concluido. Con ello Aspaym está pagando al gerente de Favida que además mete la nariz en todos los sitios, utilizando un oscurantismo legal que permite la legislación. Y si conseguimos además que la misma asesoría, por ejemplo, sea la que, mediante contrato independiente, supervisa y dirige las cuentas de ASPAYM ya tenemos la metástasis del cáncer financiero en funcionamiento.